miércoles, 8 de julio de 2020


                                               Artemisia Gentileschi



Artemisia Lomi Gentileschi (Roma, 8 de julio de 1593-Nápoles, hacia 1654) Su formación artística comenzó en el taller de su padre, el pintor toscano Orazio Gentileschi (1563-1639), uno de los grandes exponentes de la escuela romana de Caravaggio. Aprendió de su padre la técnica del dibujo, y el fuerte naturalismo de las obras de Caravaggio, con quien se la ha comparado por su dinamismo y por las escenas violentas que a menudo representan sus pinturas. En sus cuadros desarrolló temas históricos y religiosos. Fueron célebres sus pinturas de personajes femeninos como Lucrecia, Betsabé, Judith o Cleopatra, en los que se han leído rasgos feministas.
Dio sus primeros pasos como artista en Roma, y continuó su carrera en distintas ciudades de Italia. En 1612 se mudó a Florencia. Fue la primera mujer en hacerse miembro de la Accademia di Arte del Disegno de Florencia y tuvo una clientela internacional. Trabajó bajo los auspicios de Cosme II de Médici. En 1621 trabajó en Génova, luego se trasladó a Venecia, donde conoció a Anthony Van Dyck y Sofonisba Anguissola; más tarde regresó a Roma, y entre 1626 y 1630 se mudó a Nápoles. En el período napolitano, la artista recibió por primera vez un pedido para la pintura al fresco de la iglesia, en la ciudad de Pozzuoli, cerca de Nápoles. Durante el período 1638-1641, vivió y trabajó en Londres con su padre bajo el patrocinio de Carlos I de Inglaterra. Luego regresó a Nápoles, donde vivió hasta su muerte.
En mayo de 1611, cuando Artemisia tenía 18 años, el pintor Agostino Tassi, maestro de Artemisia y amigo de su padre, la violó, un suceso que se considera que tuvo influencia tanto en su vida como en su pintura.
                                                           
                                Maximiliano Reimondi

lunes, 6 de julio de 2020


                                                   MOMENTO HISTÓRICO

                                             



El COVID-19 ha provocado innumerables reflexiones y análisis que tienen como común denominador la intención de describir una tragedia. El capitalismo es otro virus mortal que sobrevivió a través de los años. Es la reafirmación de la dominación del capital, recurriendo a las formas más brutales de explotación económica, coerción político-estatal y manipulación de conciencias y corazones a través de su hasta ahora intacta dictadura mediática.
Este aislamiento social, preventivo y obligatorio es un puente hacia el postcapitalismo  con avances profundos en algunos terrenos: la desfinanciación de la economía, la desmercantilización de la sanidad y la seguridad social, tropezando con mayores resistencias de la burguesía, en áreas tales como el riguroso control del casino financiero mundial, la estatización de la industria farmacéutica (para que los medicamentos dejen de ser una mercancía producida en función de su rentabilidad), las industrias estratégicas y los medios de comunicación. Ese mundo post-pandémico tendrá mucho más Estado y mucho menos mercado, con poblaciones “concientizadas” y politizadas por el flagelo al que han sido sometidas
Los distintos gobiernos del mundo se han visto obligados a enfrentar un cruel dilema: la salud de la población o el vigor de la economía. Esto pone de relieve la contradicción basal  del capitalismo. Porque si la población no va a trabajar se detiene el proceso de creación de valor y entonces no hay ni extracción ni realización de la plusvalía. El virus salta de las personas a la economía, y esto provoca el pavor de los gobiernos capitalistas que están renuentes a imponer o mantener la cuarentena porque el empresariado necesita que la gente salga a la calle y vaya a trabajar aún a sabiendas de que pone en riesgo su salud. La situación es insostenible por el lado del capital, que necesita explotar a su fuerza de trabajo y que le resulta intolerable se quede en su casa; y por el lado de los trabajadores, que si acuden a su trabajo o se infectan o hacen lo propio con otros, y si se quedan en casa no tienen dinero para solventar sus más elementales necesidades. La pandemia de coronavirus es una de las más importantes en la historia moderna, comparable en severidad y letalidad a la pandemia de influenza del 1918-19 (erróneamente llamada gripe española), pero una diferencia importante es que la pandemia de influenza discriminaba menos a sus muertos, matando frecuentemente a jóvenes.
Este “enemigo invisible” nos amenaza de muerte y nos expone como un mundo en crisis donde la desigualdad social crece día a día. Frente a nuevos dilemas políticos y éticos, nos permite repensar la crisis social, económica y geopolítica desde un nuevo ángulo. Es el momento histórico donde la clase política mundial debe demostrar su capacidad y asumir una crisis que nos llevará al colapso.

                                                  
                                                                                             Maximiliano Reimondi

sábado, 20 de junio de 2020


                             MITOS Y VERDADES DE MANUEL BELGRANO

                                                        



El 20 de junio se conmemora el “Día de la Bandera”. Ese día, en 1820, moría Manuel Belgrano. En medio de la pobreza y olvidado, tuvo que regalarle su reloj a su médico para pagarle su trabajo. Su familia tuvo que disponer del mármol del lavabo para hacer la lápida.

Manuel Belgrano nació en 1770. Su apellido era Peri, originario de la región de Liguria, en Italia. Su padre Domenico llegó a España y se lo cambió por Belgrano.
En 1786, el joven Manuel, partió hacia España enviado por su padre para instruirse en el comercio. Sin embargo, se decidió a estudiar derecho. En la Universidad de Salamanca se graduó de abogado en 1793.
Belgrano era un hombre de rasgos finos y delicados: ojos azules y de cabello rubio ensortijado. Además, era un hombre muy inteligente y hablaba francés, italiano e inglés. Estas cualidades hicieron que muchas mujeres de la corte española se enamoraran de él y tuviera una importante cantidad de romances. Así contrajo sífilis, la enfermedad que años después lo llevaría a la muerte. También, en aquel momento, el alcohol fue otra de sus adicciones. A pesar de sus debilidades, Manuel fue un excelente estudiante.
Al retornar a Buenos Aires, a fines del siglo XIX, Belgrano se relacionó con la alta sociedad porteña. En 1802, conoció a María Josefa Ezcurra, cuñada de Juan Manuel de Rosas. Ella estaba casada con su primo Juan Ezcurra. Se conocieron después de una tertulia y a pesar de que Belgrano sabía que estaba casada, se enamoraron. La relación se prolongó por unos meses, hasta que nació un hijo que se llamó Pedro, y que fue adoptado por el matrimonio Rosas. Belgrano nunca quiso casarse.
Cuando tenía 46 años, Manuel fue invitado a un baile por los festejos de la declaración de la independencia. Allí, conoció a Dolores Helguera, una tucumana de 15 años. Se enamoraron y la relación duró dos años. El 4 de mayo de 1819, nació Manuela Mónica del Corazón. En ese momento, Belgrano estaba con su ejército en Córdoba y pidió a las autoridades ser relevado de su cargo para restablecer su salud. Dicha petición fue concedida por el Director Supremo. Regresó a Tucumán para conocer a su hija, pero tuvo que regresar a Buenos Aires a mitad de camino por su enfermedad.
Luego de nacer Manuela, su madre Dolores fue obligada a casarse con un catamarqueño de apellido Rivas.
Días antes de fallecer, en 1820, Belgrano encomendó a Juan Manuel de Rosas que cuando fuera mayor, le dijeran a Pedro que era su hijo. Rosas cumplió con ese mandato. El joven comenzó a firmar Pedro Belgrano y conoció a su hermanastra Manuela.

Creación de la Bandera

La bandera fue enarbolada por primera vez en la Batería Independencia, en Rosario, el 27 de febrero de 1812, por decisión de Belgrano, para poder distinguir su tropa de la enemiga, ya que ambas usaban un distintivo rojo.
El Triunvirato le ordenó que escondiera esa bandera y hasta el presente nadie sabe dónde está. Manuel no recibió a tiempo esa carta porque estaba viajando a Salta, para ponerse al frente del Ejército del Norte; y fue así como el 25 de mayo de 1812 hizo jurar nuevamente la bandera.


                                                                                         Maximiliano Reimondi

martes, 26 de mayo de 2020


                                                 Luis Felipe Noé



Luis Felipe Noé (Buenos Aires, 26 de mayo de 1933)
Sus padres fueron Julio Noé y Beba Ruiz y lleva el apodo Yuyo desde su infancia.
En 1951 ingresó a la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y al taller de pintura del maestro Horacio Butler, en el que se formó durante un año y medio. Más allá de esta formación inicial, continuó formándose de manera autodidacta.
En 1955, abandonó la Facultad y comenzó a trabajar en el diario El Mundo, donde, al año siguiente, ejerció la crítica de arte. Hasta 1961, trabajó también en la sección política de los periódicos El Nacional, La Razón y La Prensa. Se casó con Nora Murphy en 1957, con quien tuvo dos hijos: Paula y Gaspar Noé.
En 1957 expuso un cuadro en el Salón Nacional de Bellas Artes y en 1959, realizó su primera exposición individual en la Galería Witcomb. Durante la inauguración, trabó amistad con Alberto Greco, Rómulo Macció y Jorge de la Vega.
En 1960 su padre le ofreció como taller un sector de lo que había sido la fábrica de sombreros fundada por su abuelo, ubicada en la calle Independencia entre Bolívar y Defensa. Al poco tiempo, Greco y Macció se instalaron allí, aprovechando el gran espacio disponible, y De la Vega pintó ocasionalmente algunas obras grandes en ese lugar.
Ese año, Noé realizó dos exposiciones, una en la galería Kalá y otra en las dos primeras salas de la galería Van Riel. En 1961, el diario La Nación, en su rotograbado de los domingos, publicó una nota sobre el atelier de Independencia y sus protagonistas.
En mayo de ese año, Noé llevó a cabo su cuarta muestra en la Galería Bonino, donde presentó la Serie Federal, sobre la historia argentina del siglo XIX, en la cual cuestiona la pintura de género argentina tradicional, proponiendo una relectura de la historia crítica de la historia oficial.
En 1991, en el Centro Cultural Recoleta de Buenos Aires, se lleva a cabo la muestra Deira, Macció, Noé, de la Vega, 1961. Nueva Figuración 1991.​ Otra muestra retrospectiva del grupo Otra Figuración se expuso en 2010 en el marco de los festejos organizados por el Bicentenario Nacional, en el Museo Nacional de Bellas Artes.
Durante los últimos años su obra se ha expuesto en numerosas muestras colectivas e individuales, a nivel nacional e internacional. Diversas retrospectivas de su obra se presentaron en este último período, destacándose la Luis Felipe Noé: Mirada prospectiva, en el Museo Nacional de Bellas Artes, durante 2017.
Ha continuado con su actividad como ensayista y también como curador. Se ha dedicado a diversos proyectos expositivos de dibujo y pintura.
En 1997, como reconocimiento a su trayectoria, obtuvo el Gran Premio del Fondo Nacional de las Artes.
En 2001 recibió el Premio Rosario 2000, del Museo Municipal de Bellas Artes Juan B. Castagnino, y en 2002 obtuvo el Primer Premio de Pintura en el Salón Manuel Belgrano y, por su trayectoria, fue distinguido con el Premio Konex de Brillante a las Artes Visuales. También obtuvo el 53º Premio Michetti-La città e le nuvole. Italia-Argentina, Museo Michetti, Francavilla al Mare (Italia).

                                                                                               
                                                                                          Maximiliano Reimondi

viernes, 15 de mayo de 2020


                                                     CINE

                                                         18 REGALOS



Director: Francesco Amato
Guion: Francesco Amato, Massimo Gaudioso, Davide Lantieri, Alessio Vicenzotto
Reparto: Vittoria Puccini, Benedetta Porcaroli, Edoardo Leo, Sara Lazzaro, Marco Messeri, Elisabetta Pedrazzi, Alessandro Giallocosta.

Es una producción original de Netflix. En esta película, el director italiano Francesco Amato se inspira en una historia real potencialmente melodramática para articular un buen producto. Basada en la vida de Elisa Girotto, la esposa fallecida del guionista de la película, Alessio Vicenzotto, quien plasmó los hechos que ocurrieron con Elisa en el año 2001.
La mujer está embarazada y padece un cáncer terminal. Sabe que tras el parto poco más podrá hacer por su futura hija. Pensando en cómo será la niña que no verá crecer, se propone una lista de obsequios para cada uno de sus primeros cumpleaños.
La película es un canto a la vida, al disfrute de esos pequeños momentos donde reside la felicidad. Una exhortación para evitar la amargura que en muchas ocasiones nos imponemos.

                                                                                           Maximiliano Reimondi




martes, 12 de mayo de 2020


                                            Florence Nightingale



Florence Nightingale (Florencia, Gran Ducado de Toscana, 12 de mayo de 1820-Londres, 13 de agosto de 1910)
Enfermera, escritora y estadística británica, considerada precursora de la enfermería profesional moderna y creadora del primer modelo conceptual de enfermería. Desde muy joven se destacó en matemáticas, terminó sus estudios y aplicó sus conocimientos de estadística a la epidemiología y a la estadística sanitaria. Fue la primera mujer admitida en la Royal Statistical Society británica, y miembro honorario de la American Statistical Association.
Sentó las bases de la profesionalización de la enfermería con el establecimiento, en 1860, de su escuela de enfermería en el hospital Saint Thomas de Londres, actualmente parte integrante del King's College de Londres y del NHS. Fue la primera escuela laica de enfermería en el mundo.
Su trabajo fue la fuente de inspiración de Henri Dunant, fundador de la Cruz Roja y autor de las propuestas humanitarias adoptadas por la convención de Ginebra.
De fe anglicana, creía que Dios la había inspirado para ser enfermera. Alcanzó fama mundial por sus trabajos precursores de enfermería en la asistencia a los heridos durante la guerra de Crimea. A partir de ese momento fue conocida como «la dama de la lámpara», por su costumbre de realizar rondas nocturnas con una lámpara para atender a sus pacientes.
En 1883, la reina Victoria le otorgó la Real Cruz Roja, y en 1907 se convirtió en la primera mujer en recibir la Orden de Mérito del Reino Unido. En 1908, le fueron otorgadas las Llaves de la Ciudad de Londres.
El juramento Nightingale efectuado por los enfermeros al graduarse, fue creado en su honor en 1893. El Día Internacional de la Enfermería se celebra en la fecha de su cumpleaños.

                                                                         Maximiliano Reimondi

viernes, 8 de mayo de 2020


                                             Día Mundial de la Cruz Roja




El 8 de mayo se celebra el Día Mundial de la Cruz Roja, en conmemoración del nacimiento de Henry Dunant, el fundador de la Cruz Roja. El objetivo de este día es reconocer la encomiable labor de voluntarios y empleados que todos los días salvan vidas, ayudan a los más desfavorecidos y cambian mentalidades.
¿Qué es la Cruz Roja?
Se trata de la red humanitaria más grande del mundo. Cuenta con empleados y voluntarios que desde las comunidades ayudan a las personas más necesitadas y vulnerables del mundo, aquellas que viven en países con pocos recursos sanitarios y económicos, las que han sufrido de primera mano alguna catástrofe climática o como consecuencia de guerras, refugiados y desplazados. También actúan en las ciudades, en los barrios más marginales.
Su emblema de la cruz roja sobre fondo blanco es reconocido en todo el mundo como símbolo de ayuda humanitaria y suele ser respetado en todas las circunstancias, para que puedan desarrollar su labor en países en conflicto.




Henry Dunant era un banquero suizo que, mientras se dedicaba a sus negocios en Argelia, viajó al Norte de Italia en el mismo momento en que allí se enfrentaban los ejércitos austriaco, francés y piamontés. Al anochecer, visitó el campo de batalla de Solferino, el 24 de junio de 1859. Allí yacían 40.000 hombres prácticamente abandonados a su suerte.
Dunant vio morir a muchos hombres sin asistencia de ningún tipo, y, ayudado por gente de las poblaciones cercanas, se dedicó a socorrerlos y atenderlos, sin importar de qué bando eran, usando el lema Tutti fratelli (Todos hermanos) acuñado por las mujeres de la cercana ciudad de Castiglione dello Stiviere.
Quedó tan impresionado por esta experiencia que tres años después publicó sus reflexiones para ayudar en situaciones parecidas, en un libro titulado Un recuerdo de Solferino. Un libro que fue el germen de la Cruz Roja.

                                               Maximiliano Reimondi